Por Yomaris Rodríguez

Hace más de 10 años conozco a Luis Abniel Camacho Aponte, un artista del maquillaje y estilismo, quien realiza cambios impresionantes en su clientela.

En esos comienzos de nuestra relación profesional, él como estilista y presidente de la agencia Autentik Models, y yo como periodista, llegué a probar su delicioso bizcocho de zanahoria. Jamás imaginé que una década más tarde, en abril de 2025, él emprendería como pastelero en Le Pastisseria, en el pueblo de Las Piedras, en Puerto Rico. Fue sorpresa para mí, pero para Luis Abniel ha sido un proceso de liberación, de retomar un profundo anhelo que sentía desde niño, cuando hacía bizcochos de arena y los decoraba con flores. Ahora sus creaciones son con finos ingredientes, que le han merecido la aceptación del público.

“Veo la repostería como un arte y ahí lo entrelazo con el maquillaje, que es un arte donde estamos pintando y creando. La pastelería es lo mismo, estamos creando y al hornear lo puedo combinar con mis estudios en química y para que haya sabores balanceados”, aseguró el empresario.

Pero como estamos en Historias de camino, vamos un poco al pasado, a sus años en escuela superior y universidad, para poder comprender su presente.

“Era el estudiante más destacado, con mejor promedio y siempre dije que quería ser un pastry chef. ¡Ese realmente era mi sueño! Cuando voy a la orientación lamentablemente no estaban las personas adecuadas y la trabajadora social y orientadora, cuando dije lo que quería ser, me dijeron que yo era mucho para algo tan poco, que iba a morir de hambre y terminaría trabajando en un restaurante de comida rápida. Siguieron trabajando en mi mente, como era adolescente y no tenía madurez suficiente, cambié completamente mis planes y me fui a estudiar ingeniería civil, en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez. Cuando me faltaban 16 créditos para graduarme, dije: esto no es lo mío, y me cambié a Administración de empresas. Después hice mi bachillerato en Desarrollo empresarial y gerencia; y una maestría en Gerencia. Pero eso no era lo principal para mí”, recordó quien además posee licencia de Especialista en belleza y maquillista.

Gracias a su tenacidad, cualidad que le debe en gran parte a las enseñanzas de sus abuelos, Esperanza Delgado y Ramón Aponte, a lo largo de la vida se ha lanzado en busca de sus metas y sueños hasta realizarlos.

“Siempre he sido artista y me encanta crear. Ahora que estoy más maduro y seguro de mí, he decidido buscar mis pasiones, hacer lo que me gusta y no pensar en los demás. Después que no afecte a la gente, es seguir adelante”,

Luis Abniel Camacho Aponte

Su pasión por viajar, que lo ha impulsado a visitar 37 países, ha sido determinante en su presente. Pues su estancia de tres meses en la ciudad de Barcelona, en España, fue clave en su emprendimiento pastelero y en el nombre de Le Pastisseria. Según cuenta, pastisseria proviene del lenguaje catalán “que hay que rescatarlo”, y significa pastelería. Mientras que le, es de Leonardo, un amigo “que cambió mi vida en Barcelona y me enseñó a seguir mis sueños”.  

Previo a tomar clases y cursos de gastronomía en Puerto Rico y en sus viajes, experimentaba en la cocina de su hogar.

“Para mí la educación nos hace libres y una vez quise llevarlo a lo profesional, empecé a tomar cursos. Del Servicio de Extensión Agrícola cogí un curso básico de bizcocho y volví a despertar la pasión. Años después, en Barcelona pagué a chefs privados para que me dieran clases de pastelería y ahí fui educándome en los postres europeos”, mencionó quien es natural del pueblo de Yabucoa, Puerto Rico.

La decoración de Le Pastisseria está inspirada en el Museo Louvre, en París. Está ambientada con tonalidades pasteles y dorado, papel tapiz en el techo, espejos, molduras y lámparas chandelier.

Gran parte del trabajo de construcción del local, lo hizo su padre, Luis Camacho. Pues este espacio se ha convertido en una empresa familiar, donde cuenta con el respaldo -desde el primer día- de su madre, Norma Aponte; su hermana Shaira Camacho; y su cuñado Elvin Beltrán. Incluso, está generando empleos al abrirle las puertas a la joven Alianyss Muñoz, estudiante de pastry chef en la Escuela Hotelera de San Juan, quien durante años estuvo buscando trabajo y aquí encontró su primera oportunidad. Ella y Shaira son las encargadas de hornear y decorar las recetas de Luis Abniel.

“Quiero que las personas que no han tenido oportunidad de visitar Europa, sientan un poco de su esencia; de lo clásico de su decoración, que cuando entren por la puerta se olviden en donde están y se transporten a otro lugar. Y los que han visitado Europa, se sientan que están allá”, comentó.

Me faltan palabras para describir lo exquisito de sus elegantes postres y panes hechos a mano. Los exhortó a no irse del local sin degustar el Gâteau Aux roses, una delicadesa de sabores, que me hizo replantearme el gusto por el sabor a rosas. Ojo, lleguen temprano porque este pastel es uno de los favoritos y de los primeros en agotarse. Igualmente, el Pan de romero tiene que probarlo.

“Todos los postres son creaciones mías, quise reinventar un poquito las cosas. En Puerto Rico muchas personas hacen cupcakes, pero los que hacen de frutas tienden a ser un bizcocho de vainilla o almendra y les colocan rellenos de supermercado. Yo quise hacer todo desde cero, buscar las guayabas en el árbol y sacarle la pulpa; al igual que con la parcha, como mi abuela Esperanza me enseñó. Así trabajo los cupcakes de manera diferente”, puntualizó quien aprendió a sembrar parchas con su abuelo Ramón.

“En Francia no se come mucho cupcake, pero decidí buscar postres de allí que pudiera integrar. Busqué la compota francesa y la masa de pastel de vainilla, para crear el cupcake de compota de fresa (Compote de fraises)”, dijo.

Algunos de sus postres y panes:

1. Gâteau Aux roses- “Es mi favorito y está inspirado en Bulgaria. Es un pastel de rosas búlgaras, que tenía que ser diferente con otras texturas. Le puse crema de pétalos de rosas de Bulgaria y crema de queso mascarpone, que traigo de la región de Lombardía, en Italia, y que se trabajó también con sabor a rosas. Es una explosión de rosas con pétalos, capullos y láminas de oro. La gente siente un poco de miedo, pero cuando lo prueba dice: ‘Wow!, es el postre que quiero seguir comiendo’. Tiene un sabor balanceado, no exageradamente dulce, no sientes que estás comiendo un perfume y a la vez sientes que estás comiendo rosas”.

2. Genève, inspirado en su viaje a Suiza: “Es para el chocolatero. Es un domo relleno de mousse de chocolate semi amargo, de Suiza, compota francesa de fresas, bañado en glaseado espejo y láminas de oro, sobre base crocante de chocolate oscuro, avellanas y almendras”.

3. Vénero, diseñado por el clásico tiramisú de Italia- “En Puerto Rico y Estados Unidos se tiende a usar queso crema y ese no es el original en un tiramisú, yo uso mascarpone. Para hacer la crema y darle el toque de Le Pastisseria, le pongo rosas. Los lady fingers los hacemos desde cero y son mojados en vino marsala, de Italia y con café de agricultores de Adjuntas, para darle el toque de Puerto Rico”.

4. Pan de romero– panecillos de romero y aceite de oliva extra virgen. Es una delicia por su sabor y texturas, entiéndase corteza crocante y miga blandita.

5. Pan de arándanos y nueces– croissant pan tipo loaf, con arándanos (cranberries) y nueces.

También sirve café de Adjuntas, negro, latte y cappuccino; chocolate caliente suizo al estilo de París, y té matcha caliente.

Le Pastisseria ubica en el Barrio Montones 1, carretera 183, km. 18.7 en Las Piedras, Puerto Rico.

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