Caminando por las calles de León, en Nicaragua, previo a tomar un bus rumbo a la playa Las Peñitas en la costa del Pacífico, aprendí una nueva palabra en mi idioma, el español, y fue cómico porque pensé que era un disparate.
Les cuento. Nos detuvimos justo frente a la tienda El Verdugo, cuyo lema es ¡Siempre quebrando precios! y no por lo curioso del nombre, sino por un payaso lo más simpático y bailarín que cantando invitaba a entrar al negocio.

En una de las plazas de León.
El asunto es que como estábamos cargados con nuestras mochilas, haciendo obvio que éramos visitantes, entre vuelta y vuelta el payaso nos dijo por el micrófono: “un saludo a nuestros amigos internacionalistas que nos visitan”. ¿Cómo?, pensé yo: ¿internacionalistas? Entonces, seguimos caminando y repitiendo el caluroso saludo que nos envió, a todo pulmón, acogiéndonos en la ciudad.
Primero pensé que se trataba de un error, pero luego busqué el significado en rae.es, sí, en mi inseparable portal de la Real Academia Española, y comprobé que este personaje, con los pelos de punta multicolor y rostro rosado, estaba en lo correcto. ¡Sí, fuimos amigos internacionalistas!
En fin, que me apena no haber grabado su saludo para compartirlo con ustedes, pero sí tenemos unos segundos de su baile, canto y alegría en el video que pueden ver aquí. Fue un honor que entre tanto transeúnte, le dedicara unas palabras a estos dos humildes puertorriqueños.
Mis saludos a este payaso, quien a través de tu lectura también se convierte en un amigo internacionalista en esta Historia de camino.