De tabaco no sé nada, mas no fue necesario ser erudita en la materia para apreciar la majestuosidad del verdor de sus hojas y su flor, en la tabacalera Buenos Aires, en Nicaragua.
Desde afuera, justo en una de las ventanas de los galerones la presencia de tres encantadoras jóvenes, Helen Ávila, Yoveyling Flores y Emma Moncada, invitaban a explorar su interior, a descubrir lo que allí ocurría.
Ángel filmando a Francisca.
Así lo hicimos y lo que encontramos te lo contamos en este nuevo vídeo de Historias de camino protagonizado por Francisca Peralta.
Les voy a contar esto para que se rían un rato. Eran las 7:00 pm de la noche y andábamos buscando historias de camino.
Transitando por la carretera 10 en Adjuntas, que es como un expreso, vimos unas casas que nos llamaron la atención, viramos y entramos al terreno donde ubican. Eran cuatro y dos de estas de madera me llamaron la atención por ser pequeñitas y humildes. Había gallinas en jaulas y todo lucía bien. Ángel se bajó a tocar la puerta en una de las casitas pero no respondieron, así que fue a la grande.
Permanecí en el vehículo y de repente él me hacía señas para que me acercara, pero yo no comprendía por qué. Pensé que era para hablar con los dueños, me bajé y cuando iba hacia él, salió un perro bravo, Ángel me gritó corre, corrí hacia al auto, me monté y de repente Ángel brincó por encima del bonete y se trepó en el techo del vehículo.
Ángel después de su carrera y negándose a bajar.
Era no solo un perro, era una jauría de cuatro. Empecé a dar reversa con él enganchado del techo, solo le veía las piernas y una mano sujetándose de la puerta del pasajero delantero. Entonces salió una jovencita, que empezó a reírse al ver la escena. Me detuve y nos explicó que los perros nos corrieron porque nosotros corrimos y que uno de ellos, llamado el Güero, era el que mordía nalgas y los bumpers (parachoques) de los autos; y que nos bajáramos para que nos olieran.
Así lo hice, pero confieso aún con temor, mientras Ángel se negaba y permanecía enganchado. Ah, y con la botella de agua que llevaba en la mano que nunca soltó durante la carrera. En fin, que luego él se bajó, hizo las pases con la jauría y hasta nos tomamos selfies con los perros.
El Güero es el sonriente de atrás y la que está oliendo mi mano es su madre.
Miren como el Güero, delante a la derecha, está vigilante ante Ángel.
Pero este cuento no para ahí. Cuando salimos del terreno, nos percatamos que había un pequeño letrero en la entrada que advertía: Cuidado con el perro y Ángel se bajó a retratarlo.
Nunca, nunca, pasaremos por alto ningún letrero o advertencia.
Pero de momento él viene corriendo de nuevo al vehículo porque el Güero y su madre venían a atacarlo. Entonces, se puso a hacerles un video y no sé si eso enfureció al condenado Güero que empezó a morder el bumper delantero y trasero de mi auto. Por miedo a atropellarlo, quedé atravesada en medio del expreso de un solo carril y los carros se pararon, esperando por mí hasta que estos dos santos perritos decidieron dejarnos en libertad para poder arrancar.
Estas son las cosas que suceden cuando estamos buscando historias. Moraleja: de ahora en adelante estaremos alertas ante los letreros, como todo en la vida porque en ocasiones nos llegan esos avisos, ya sea por instinto o por otra persona, pero los ignoramos.
Así que cuidado con los perros porque no a todos les aplica ese dicho: “Perro que ladra no muerde”. Mi auto es testigo y cada vez que vea la marca del Güero reiré un rato reviviendo la escena.
¡Magia! Eso he sentido las dos ocasiones que me he hospedado en el Embassy Suites by Hilton Dorado del Mar Beach Resort, en Dorado, al norte de Puerto Rico. No sé si es porque es un hotel mediano, o sea no es uno enorme en donde te pierdes por los pasillos y pisos, o porque desde la habitación veo la piscina y el mar porque la playa se encuentra a pocos pasos de la alberca. Pues siempre me he deleitado y relajado observando las olas y escuchando su vaivén.
Es algo que tiene este espacio que me hace desconectarme de la rutina para sentirme que estoy de vacaciones, aunque se encuentra a 25 millas de la capital San Juan, donde resido.
El pasado fin de semana regresé con Ángel y esta vez con mi nieto Draco, próximo a cumplir dos años de edad. Fue una experiencia diferente a la anterior y divina porque el pequeñín se disfrutó la piscina y hasta la playa de noche, cuando fuimos a una espectacular fiesta con música y exquisita comida. Bueno, a él no le interesaba comer, así que corrió y brincó lo suficiente como para salir con arena por dondequiera.
Si eres extranjero y quieres aventurarte y adentrarte a algunas maravillas de Puerto Rico, pero sin alejarte demasiado del área metropolitana, este hotel es una opción porque ubica a alrededor de 25 a 30 minutos de la zona histórica colonial del Viejo San Juan y sus calles adoquinadas. Es más, es un punto medio para visitar la fábrica del mundialmente reconocido ron Bacardí, en el pueblo de Cataño, donde puedes tomar el ferry o lancha hacia el Viejo San Juan por solo 50 centavos.
También desde Dorado puedes visitar en Barceloneta el centro comercial Premium Outlets, que me fascina y lo confieso; el Parque Nacional de las Cavernas del Río Camuy y el Observatorio de Arecibo que es el radiotelescopio más grande y potente del mundo. Esto solo por mencionar algunas de las maravillas que encierra la Isla del Encanto.
Ah, casi lo olvidaba, junto a compañeros periodistas y bloggers participamos del divertido Dessert Challenge que nos preparó Edna García, del Embassy, junto a su equipo de trabajo, Rosy Ward y Gretchen Marín. Mi equipo no ganó pero confeccionamos unas tartas de frutas exquisitas y viví la experiencia de sentirme en un ‘reality show’ de cocina. Jajaja, saluditos a los ganadores que con sus deliciosas donas lograron apoderarse del paladar del jurado y recibieron como premio una estadía de fin se semana en la hospedería. ¡Que suerte tuvieron! Será para la próxima…
En fin, aquí les dejamos un vídeo en el cual Edna comparte detalles del hotel. Por ahí me verán gozando en la piscina con baby Draco.
PD: Si tienes la oportunidad, no te pierdas un party en la playa ni la competencia de postres o chefs porque lo pasarás de lo lindo.